viernes, 29 de agosto de 2025

Pruebo otra plataforma de música y no, no es por eso que todos dicen


Hoy hice la prueba. Y, podría decirse, di el paso. Migré todas mis listas de música en streaming desde Spotify a... otro servicio. Porque si estoy pagando por no ver los avisos de YouTube y, en definitiva y por consiguiente, por un poco más de paz mental, era obvio que quisiera aprovechar el beneficio de música sin anuncios en... su plataforma musical hermanita. 

Pero no fue ése el motivo principal. O sea, es uno de ellos, pero no el fundamental. Tampoco es la chimuchina producto de las inversiones paralelas que, dicen, tiene el dueño de Spotify y de lo que todos comentan sin ver más allá de un título o el video de un youtuber aprovechando el trend. Tampoco es por su calidad de sonido (porque digámoslo, hay opciones mejores que YouTube Music en ese punto). Tampoco es por lo que media Lorolandia repite sobre el escaso pago de regalías de Spotify hacia los artistas y el cambio en los términos y condiciones para exigir un mínimo de reproducciones antes de pagar. Mucho menos es porque sea cool cambiarse. No, nada de eso. 

Por si interesa, la causa fundamental, mi causa fundamental, fue otra. Y ni siquiera estoy seguro que, con este salto, vaya a cambiar mi experiencia. Es el aleatorio de esa plataforma verde mi problema. Spotify no tiene aleatorio real. O sea, tenía, pero lo cambiaron a propósito. Porque hasta en eso meten su algoritmo. Y el resultado de ello es que, no importa si tus listas tienen 100, 500 o 10.000 temas, cada día te encontrarás con un puñado de canciones que suenan cada vez. Y estos últimos meses "dicen" que lo mejoraron y hasta en foros algunos usuarios comparten la que, según ellos, es la configuración definitiva-final-final-ahora-sí-que-sí que hay que cambiar para, por fin, "saltarse" el algoritmo y obtener el aleatorio real. Pues no. 

Y fue sólo en estas últimas semanas en que, según una de esas cámaras de eco de las redes sociales, se está produciendo el, según lo llaman, éxodo masivo, tanto de usuarios como de artistas. Nah. Las cámaras de eco hay que tomarlas siempre con una pizca de sal. O dos. Mis tracks siguen ahí. No es como que de pronto se haya desaparecido la mitad de los artistas. Ni cerca. Si hasta para eso son colorientas las cámaras de eco de las redes sociales. Pero ahora ya no existe el freno de esa tremenda playlist que te da flojera armar de nuevo. No. Ahora la migración de tus playlists es fácil y bonita. En mi caso, se oficializó el uso de una plataforma de terceros sin cargo para usuarios de YouTube Premium. Y Apple Music hizo lo mismo. 

17 mil canciones migradas... en dos patadas. 

Así que ahora intento tener un aleatorio de verdad y no escuchar todos los días las mismas 20 canciones. Y si no va a ser así, al menos lo intenté.